Diseñando nuestro futuro. ¿Paisajes urbanos sostenibles y multifuncionales? | Pedro Calaza


Metáfora de Cedric Price "the city like an egg " | Fuente: holeintheclouds.net

Esbozos del marco conceptual.

O (Re)verso da Paisagem sugiere la comprensión del paisaje desde dos ópticas opuestas, el verso y el reverso.  El verso (lat. Versus), definido en la RAE como

“palabra o conjunto de palabras sujetas a medida y cadencia”,

es interpretado como la parte que se puede observar del paisaje, y el reverso (lat. reverti), cuyo significado según la RAE es “volver, regresar, parte opuesta al frente de una cosa, haz opuesta al anverso”, es aquí interpretado como lo que no se ve del paisaje, ¿la propia infraestructura? ¿la belleza ocultada por la funcionalidad del territorio?, quizás ¿lo que no se puede interpretar o apreciar o comprender? Estos conceptos o caras de la misma moneda sólo  pueden ser conceptualizables cuando se presentan en oposición y siempre con el sesgo personal, cultural y económico, ya que la percepción del paisaje es muy variable en función del observador. Es más, podríamos incluso sugerir que el verso y el reverso del paisaje son diferentes en función de ese sesgo. Bajo este juego conceptual y lingüístico, es interesante el concepto del prefijo Re- y sus numerosas aplicaciones, especialmente en materia de paisaje, ya que muchas de las actuaciones que se realizan están acuñadas parcialmente por este prefijo como (re)modelación, (re)stauración, (re)urbanismo, (re)generación, (re)acondicionamiento, etc, de hecho parece que aglutinan aquellos proyectos y obras encaminados a la preservación, gestión, puesta en valor, o (re)cuperación de paisajes olvidados o degradados, transformados o sin valor a priori. Este tipo de transformaciones o mejoras cobran importancia y protagonismo con una de las incorporaciones más importantes del CEP, art. 2 (UE  2000, p. 2), relativo a la ampliación del ámbito de aplicación, donde se pone de manifiesto la imperiosa necesidad de realizar actuaciones en cualquier territorio:

“Se refiere tanto a los paisajes que puedan considerarse excepcionales como a los paisajes cotidianos o degradados”.

Así, surge otra duda ¿puede ser un paisaje degradado el reverso de un paisaje concebido o inculcado? ¿Podemos pasar del reverso al verso? ¿Puede un paisaje degradado, un reverso del paisaje, convertirse en un paisaje apreciado o en un verso del paisaje mediante la educación del observador? Sabemos que esos paisajes cotidianos degradados no son apreciados como paisajes, el sentido antropocentrista (DÍAZ PINEDA, 2003) no lo permite, pero ¿podrían serlo? Como indica  el Catedrático Florencio Zoido (2006),  este planteamiento representa un punto y aparte con los instrumentos que consideraban al paisaje sólo en referencia a lugares excepcionales, tanto por sus bienes,  por sus valores, su significado natural, cultural o grandiosidad escénica. Además, en dichos paisajes ordinarios es donde realmente

"vive la mayor parte de los europeos"

e influyen directamente en sus modos y calidad de vida. Zoido comenta que en el apartado 44 del texto explicativo del CEP, los paisajes rurales comunes

"ocupan un lugar significativo en la sensibilidad europea"

e insiste en las

"interconexiones complejas entre paisajes rurales y urbanos". 

Ahí precisamente es donde vamos a intentar desgranar esta comunicación, en las Filosofías de supervivencia, en las doctrinas, indicadores, métodos  y mecanismos de mantenimiento de modos de vida en los espacios urbanos, que se buscan sostenibles, más vivibles y que ofrezcan  una mejor calidad de vida para la inmensa mayoría de población que vive en las ciudades, en esos entornos cotidianos.

Pedro Calaza, Doctor Ingeniero Agrónomo
Escola Galega da Paisaxe, septiembre 2013
Artículo completo en researchgate.net

 


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